2.0 El Relacionismo Prospectivo, Entendiendo el valor de las Social Media



Unos años atrás era casi imposible pensar en hacer relaciones públicas a la distancia. El hecho de trabajar con diferentes públicos vinculados a las organizaciones siempre se había vislumbrado como un trabajo netamente presencial; y ni pensar en transar grandes negociaciones sin la existencia de un lobbing efectivo, donde la presencia física era lo que contaba; por fortuna, el mundo globalizado de los negocios y el surgimiento de tecnologías de información y comunicación, abrieron las puertas a un apasionante espacio comunicacional proyectado al futuro.

Cuando surgieron las social media, no se apreciaba el valor comunicacional que estas tendrían, surgen como plataformas que permitirían la interacción social de personas a través del mundo, pero su arraigo en la sociedad fue tal, que se convirtieron en un medio comunicacional masivo mundial, pero su utilización inteligente, permite a profesionales de la comunicación establecer vinculaciones muy efectivas para las organizaciones que representan. Las social media, se han convertido en la plataforma ideal para acercar la organización a sus públicos; y no sólo eso, sino que también ha brindado la oportunidad de establecer vinculaciones con un target diferente del trazado inicialmente por la organización. 

El relacionismo 2.0, ha generado una manera diferente de hacer nuestra labor tradicional; contar con nuevas vías para comunicar, de menor costo, en muchos casos, que las vías tradicionales, y con mayor efectividad inclusive que esas vías tradicionales. Pero más allá del costo o inversión económica, la web 2.0, ha ofrecido a las Relaciones Públicas una plataforma comunicacional donde surge un clima de confianza entre la organización y su público, una mayor fluidez de la comunicación corporativa y la inmediatez en el conocimiento de resultados en cada estrategia comunicacional y/o promocional que se diseñe. 

La tecnología nos ha ido arropando a un ritmo vertiginoso, y el relacionista debe adaptarse a esta nueva coyuntura, y trabajar a este ritmo, crecer día con día a la par de la tecnología, no temer a la innovación y a la aplicación de la comunicación organizacional a través de estos nuevos espacios; el relacionista está en el deber de adaptarse a la tendencia 2.0; hacer que su organización sea capaz de competir con otras, sin importar su magnitud ni su latitud; las barreras físicas han sido derrocadas con el poder de la red; y es allí donde el hombre de relaciones públicas encuentra el asidero al uso de la web 2.0. 

El relacionismo 2.0, es la prospectiva de aquellas relaciones públicas que Lee y Bernays, entre otros, nos dieron a conocer por allá en el siglo XIX; evolucionemos a la realidad del siglo XXI, donde quien se proyecta y se mantiene en el mercado, es aquel que está siempre junto a su público, al alcance de su mano. 

Es así como se podría justificar el uso o apoyo de las Tecnologías de Información y Comunicación en el desarrollo de la comunicación corporativa; pero existe otro factor que es fundamental en el perfecto desarrollo de las comunicaciones y las relaciones públicas a nivel institucional, este es el factor representado por la reputación digital. 

Anteriormente, preocuparse por la imagen y reputación de personas y empresas, se limitaba al establecimiento de un estilo de comunicación y elementos de proyección de su imagen, pero en la era actual, donde la globalización e inmediatez de la comunicación es casi tan veloz como la luz; hecho que ha obligado a evaluar la forma de comunicar. 

El surgimiento de la era digital, ha hecho que volteemos la mirada hacia un neo lenguaje, donde los aspectos semiológicos y semióticos son factores primordiales en la manera de hacer circular el mensaje que se desea transmitir. El internet, se ha convertido en un medio comunicacional masivo y globalizado, donde la comunicación debe ser muy clara y específica, pero también, debe ser manejada con mucha cautela. Y es que, este medio comunicacional tan importante en la actualidad, tiene la particularidad de conservar en sus registros todo aquello que se publique en internet, en cualquier medio social digital que se utilice. 

Partiendo de ello, tenemos que, cuando se utilizan las diversas tecnologías de información y comunicación, se está en presencia de la fase imagen del proceso, pues ya existe una identidad; y se parte entonces al camino del establecimiento de la reputación, en este caso, la imagen y la reputación digital. 

Para ser más preciso al tratar el tema, centraré la explicación en el popular medio social, conocido como Facebook, medio social donde interactúan millones de personas en el ámbito mundial; pues al crear el perfil de Facebook, ya se ha forjado un proceso de identidad; el usuario establece sus datos de identidad, y fija algunas características de sus costumbres y actividades que realiza; acto seguido, coloca su foto de perfil, normalmente la que mejor muestre su rostro; así pues, tenemos identificados nuestro usuario; situación análoga en la actividad organización, profesional y personal. A partir de ese hecho se inicia la emisión de mensajes, donde se comienza la búsqueda de amigos en esta red. Se establece una comunidad, con la cual estaremos conectados y mantendremos vinculación y se compartirá información desde nuestro muro. 

Quienes están en nuestra lista de amigos, y sus amigos (tal vez) podrán visualizar lo que publicamos, y muchos serán agradados y otros no compartirán el criterio, pero lo cierto del caso es que allí surge su reputación, y aquellos que no se identifican con sus característica se alejan de este perfil y quienes se identifican permanecen en él. 

Y es esto lo que precisamente se debe cuidar; pues, como se dijo antes, en el internet se mantiene en el tiempo todo aquello que publicamos, y eso es determinante en el establecimiento de la reputación, en este caso, la reputación digital.

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